que agosta el florecer,
que apaga la fontana del placer,
que encorva el árbol del jardín.
Temo al tiempo que siega
las mieses,
que trae nieve
a los adentros -soledad
entre paredes-,
que echa hojas
de otoño
por el camino,
que nubla horizontes de lejanías,
que tapia el murmullo del agua
corriendo entre juncos y piedras,
que flores no aroman
el sentir de la vida.
Temo al tiempo que roe
-gorgo que roe
la hoja de mi existencia-,
que hace ser viejo,
que agacha la entrepierna,
que ahoga ilusiones...
Temo que llegue el Tiempo
-flores de un día;
resecas,hoy,
matando de los años la alegría...-
(Salvador)