COLOR QUE ALERTA
Febril nostalgia,
que hiere y frena,
como una daga,
que fiel penetra.
Voz afilada,
que hiende el alma.
Soez brebaje,
cual negra magia,
lenta envenena.
Sopor que agota,
como una gota
terca y perpetua,
que horada el verbo,
cual estilete,
que le cercena.
Mortal ariete,
que defenestra.
El tiempo oxida.
El tiempo merma.
Sofisticadas,
son sus maneras.
Que va jugando,
con quien fenece,
con quien renace,
y con quien nace,
de única célula.
Grito que ahoga,
como una soga.
Verso que peina,
viejas guedejas.
Y sobre el lecho,
la luz se acuesta.
Sonora ausencia,
de pétrea huella,
que como un áspid,
sin piernas repta.
Color que vive.
Gris que adormece.
Negro que vela.
En blanco y negro,
la vida medra.
De mil matices,
prende la idea,
que arde en la mente,
de quien la engendra.
Mano que cubre.
Brazo que alerta.
Dedos que cumplen,
la vil sentencia.
Mirada oculta,
que todo observa.
Faz sibilina,
de frente estrecha.
Los ojos vacuos,
que no destellan.
En la distancia,
la ola se aleja,
luego retorna
crecida y fiera.
Embebe el aire,
la audaz galerna.
Frontera seca,
de voces muertas.
Se nombra en sueños,
que en aire queda.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
29/08/2019