Ya ni siquiera sé que pensar
No sé si creer en el destino
O por el contrario dejar todo al azar
No sé si encomendarme al tiempo
Y dejarme llevar por la marea
O simplemente detener el viento
Y obligarlo a caminar a mi manera.
Ya no se diferenciar ni un poco
Si las guaduas se mecen con la brisa
O es la brisa que baila con el tronco
Trato de diferenciar con tanta prisa
Que ante la naturaleza paso por loco
Y no es para menos en este mundo
Tan grande, tan absurdo y tan complejo
En donde todo tiene fin pero el mar está sin fondo
Donde el agua no da imagen pero sirve de espejo
Donde todo gira alrededor de nada
Y la nada depende de la existencia de todo.
En este mundo ambiguo y ambivalente
El tiempo te devora ferozmente
Viene y carcome la mente
Doblega hasta al más valiente
Y te queda una pregunta nada más
¿Será acaso el destino o el azar?
Y aunque no lo sé, puedo decir sin dudar
Que estoy por encima de todo
Y nada está por debajo de mí
Que puedo respirar de cualquier modo
Y que se me va el aire sin ti.