Para ti, Azul, allá donde estés y puedas ser, constante silbido tibio de aire en mi nuca.
Es en el verso donde me desplomo
figura derrotada en aquel pulso de ojos.
Es en el verso donde me resigno
ángel derrotado en la luz de hastío.
Quizás ha llegado el día
de conversar con mis órganos
y entregarte lo callado que traspasa mi memoria. El pájaro que acaricias con tu mano invisible.
He sido huérfana antes de nacer. Cuerpo enfermo de vida en la noche, algo cae para terminar lo que empieza.
He querido amar miradas de otras formas y colores. De otros deseos, tamaños, pecados, tristezas...
mas algo en la tierra me atrapa el estómago, como una libertad de hielo, el deseo que roba la lengua arrancada.
Un viajero vestido de espejos me susurra que olvide el amor. ¡Ay! Iluso que crea que no te escribo.
Azul, si tú supieras. Día tras día lo inmenso escupe sobre el amor. Los demonios inmensos escupen sobre mi boca.
Y es que en estos momentos, no sé de lo que hablo si nadie revive conmigo
si la luz no acompaña el sendero del invierno
si el mar no muere y renace al instante
¿Habré agotado mis palabras?
¿Habré agotado las palabras de la gente que amo?
No deja de sorprenderme tu incomprensible abrazo a la vida. Podrías admirar el mundo sobre tus palmas, contemplarlo sobre las yemas de tus dedos.
¿Cómo es posible, Azul? Si nos sostenemos sobre el mismo suelo
Si desnudamos la misma noche
Si el mundo nos embriaga de mentiras.
¿Por qué no temes al inhumano, al renacer de la soledad?
¿Por qué?
¿Por qué el vacío no te arde?
¿Por qué amas la vida que me enferma?
Quisiera mirarte de nuevo, Azul. Poder contemplarnos desde tu mirar, tan puro como en mi niñez debería haber sido. El día a día de un salto al vacío, del atajo hacia la nada.
Quisiera mirarte esta noche, Azul. Poder contemplarnos desde tu mirar. Amar lo que piensa, lo que late y respira, lo que termina y se olvida.
Sin embargo esta noche no puedo mirarte, Azul,
pues debo encontrarme en el lugar de las palabras que no dije,
en el cruzar de las calles silenciosas,
en el sucio cuerpo inerte que te escribe