El ocaso musita sus últimas brisas..
su canto de la última octava del día
(día que yace ahora
en el silencio nocturno,
que deviene
sin paz ni denuedo
en las almas rotas,
de Soledad habida...)
El aire se torna denso
y se vuelve de acendrada
y añeja nostalgia...
La luna se enciende
y se transforma en dramática esfera
poblada de misterios
y de sueños esquivos y vanos...
El océano se hunde profundo
en su negrura de ébano mareante,
en el Abismo hecho de sales
de los vendavales que te acechan
desde niño...
El gélido oleaje,
teje indiferente ése, tu sueño,
teñido de sutil cosmogonía..
La pregunta será:-Quién eres?
Y no existirá respuesta;
hasta que los instantes póstumos
del Final que te espera,
repiquen en versos
tu misma e inexorable
Agonía.
Patricia Aznar Laffont