LAS MANOS DE MI MADRE
Recuerdo sus tibias y sedosas blancas manos.
Posada en su regazo, tiernas caricias recibía , sobre mis cabellos.
Cándida pureza revoloteaba su belleza, contemplando a sus hijos.
Sus manos eran racimos de flores en primavera.
Sorprendente dolencia sufría sus hermosos dedos.
Con esfuerzo acariciaba mi rostro , brillaba ternura.
Cuál retoño, nace de su vientre, corría cargando mis juguetes.
Juguetes que caían sobre sus lentos pies.
Gotas de lágrimas derramaba , lluvia de nubarrones.
Toleraba su reuma con valentía, impedida de abrazarnos.
Los objetos resbalaban sin poder agarrarlos.
Deformidad padecía sus dorsos.
Injusta realidad vieron mis ojos, cual torrente aguacero , sollozos rodaban.
Añoro su celestial presencia, su fuerte mirada.
Mirada que quedo estampada en la mía.
Supo aconsejarme con mieles palabras y dulce guía.
Su resistencia era una construcción de columnas ,
sosteniendo el peso de una estructura.
Brillaba con luz propia, iluminando almas apenadas.
Eran la manos de mi madre, vestida de sonrisas ,vigilando, una de las tuyas.
LAS MANOS DE MI MADRE
D.R. Ania Belotti
Lima Perú
14 de Setiembre del 2018
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