Más allá del horizonte, dónde los ojos no pueden ver
Se ocultán las palabras que nos dijimos ayer,
No aprecio bien el sol, este está cayendo,
El sol se está sucumbiendo.
El error es un magnetismo incesante,
El aroma de ingenuidad sobresale por el bosque,
Tus manos fueron enterradas entre sal y arena
Y el libro cayó sin previo aviso.
Había una vez, más allá de dónde pudimos ver
Un árbol con hojas teñidas y un lago fluyendo,
Hombres estoicos y paredes de girasol,
Ahora el sol está bajo nuestros pies.