En tus ojos encontré
el abismo del agua
emergiendo la palabra
me vestí de tus versos.
Relámpagos y truenos
cayeron dentro mío
iluminando mis fuegos.
De tus manos las cenizas
removieron al acecho
soplando vestigios
sin ni un solo recuerdo.
¡ Pobre desmemoria !
que espera la primavera
sin un solo pétalo.