Dando tumbos
me voy enfrentando
a espectros, sargazos,
ruinas memorables,
besos instintivos,
conjuntos estelares,
testimonios de enclaves
protegidos por férulas insensibles:
voy trazando con compás
definitivo, líneas triangulares,
concepciones de símbolos matemáticos.
Mi piel primera, ardida en lo superfluo,
quiero quitar de la vida, depositar
en una balanza de sangre y sentinas
aturdidas.
Me recuesto sobre lunas indigentes
habitúo a proyectar imágenes noctámbulas,
bailo con lo conforme del verbo
y resisto los embates del frío.
Dando tumbos escalofríos de nieve
fiebres automáticas, resistencias de violentas
mareas gélidas, y sombras pobladas de testigos
y caricias de niveles desentonados, espigas de
un universo cálido, entrañable, y silencioso.
Útero del sol-.
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