J.R.Infante

Cuántos muros

¿Cuántos muros, naranjos

y cielos azules

serán mudos testigos?

Escucharán ufanos susurros

de enamorados

                 sin fecha límite de caducidad.

Por allí pasaron poetas,

albañiles, camioneros, futbolistas,

guardias de seguridad, jefas y

gente de toda ralea. Unos grabaron

                 a fuego

y otros esbozaron ligera sonrisa.

             Llegaron buldózer amarillos

plagas de origen desconocido

              —anticríticos—

y negras nubes sin agua.

Gritaron los muros, los naranjos

y los cielos azules:

¡te quiero!

Nadie respondió en la

inmensidad del túnel.

                No ofrecieron resistencia,

dieron por cumplida su

incómoda misión

y perecieron víctimas

                    del

diccionario de ingenuidades.

Muchos de aquellos confidentes

                 ¡ !

se miraron a los ojos

y dejaron escapar

un prolongado suspiro.