Esteban Mario Couceyro

La Montaña y la Vida

Por qué he de cambiar, dijo la Montaña a la Vida

ella le respondió, no te preocupes

solo seré brisa y pasaré…



De esto fueron testigos

aves migrantes, en viaje de estación

y un potro blanco

como las nieves coronadas

en la Montaña.



No te irás Vida

yo seré la eternidad

y te respetarán.



Pero la Vida, en un remolino

levantó las crines del caballo

que en veloz carrera

cruzó la pradera

dejando la brisa

ascender a las alas

más allá de la montaña

a la tierra deseada

de las aves migrantes.