Cuerpo vibrante tejido de seda
franela que tocas mi cuerpo como el viento sin calma
tus senos figuran dos colinas afiladas
tus ojos dos luceros que iluminan mi alma.
Hembra de cuerpo con aroma a rosas
eres tú mi tentación la fruta del pecado
delito que como delincuente me esposas
labios de pétalos besándolos me pierdo enamorado.
De noche eres dulce melodía en mi pensamiento
eres quien le da el son acelerado en una cuerda a mi corazón
letal fuerza me aprisionas como una enredadera cada momento.
Marea alta fuerte de olas consecutivas
intimidas mi cuerpo y desesperas mi mente
siento que me castigas en un infierno sin razón.