Ser ancestral y único, de estirpe indomable y fuerte
Guardiana de la conciencia grande de lo femenino
hermosa, exquisita, y al mismo tiempo fiera
Capaz de imponer tu sublime presencia
ante nosotros, humildes mortales
Ser mágico y maravilloso, cual sirena que llena,
con el sonido del ejercicio de su esbelto cuerpo,
la solemnidad del Olimpo
Diosa protectora y generosa
Tiempo...
Pienso que escribo de las Amazonas, me detengo
y me hago consciente de que mi mente
plenamente poseída por tí,
te describe en cada detalle
como pintor que dibuja
con inusitada perfección,
la silueta de tu alma y de tu cuerpo
Es tu retrato del que hablo
Si, definitivamente eres una Amazona
inmensamente bella entre las que aún existen
Hoy eres su Princesa...
Y ahora te veo,
son tu rostro, tu aroma y tu sonrisa
las que se acercan,
ondean ligeros tus cabellos
Cabalgas veloz, sin freno, poderosa
conquistando el mundo con la fuerza de tu espíritu
hermoso, noble, risueño y libre.
Mi mundo yace rendido