Voy cabalgando sobre la niebla
sin tu nombre
por el fuerte sonido de la sombra
ella
te anuncia
aunque el pájaro de la esquina
canta
nuestra cadencia sin el tono de fondo
cayendo en el piano que lo escucha
confiándole
alejamiento de tus arcos
sobre la misma niebla
que tejo detrás del invisible fuego
caminando tan alto
que encuentra la ventana llena
de ojos
permitiendo
Amarse
con el perfume de tu sonido
sola vestimenta
predecible
para cuando regreses
Milagro Haack
Del libro Cenizas de espera