Santiago Esquivel

Retrato de una chica durmiendo.

Retrato de una chica durmiendo.

 

La luz entraba frágil por las débiles cortinas azules de las ventanas. Ella tenía los párpados cerrados y la parte superior de sus ojos pintada de negro. Dormía, dormía de la forma más hermosa y tierna del universo. Su mochila negra descansaba sobre su pecho y ella la rodeaba cariñosamente con sus brazos. Su cabeza estaba cabizbaja y se movía conforme a los movimientos del autobús.