Sonrie querida amiga, que tu boca
brinda a los tristes la paz que necesitan
pues al sonreir cual ángeles se agitan
tus rojos labios que rubíes son.
Sonrie, que el calor de tu sonrisa
a mi mente delirante trae la calma
una luz que me guía pone en mi alma
y feliz hace latir mi corazón.
Y si algún día un recuerdo tormentoso
se robara la luz de tu sonrisa
a tu lado lo juro, iré de prisa
haciéndo trémulo al ladrón huir.
Recobrada mas tarde ya la calma
y junto a tu sonrisa que a soñar incita
tendré entonces la dicha infinita
de orgulloso a tu lado sonreir.