El zumbido de los perros
los descesos de los recién nacidos
vello púbico en la nariz
solo fui por una limonada
Ascargorta murió de amor
yo agonicé por un sablazo en los ojos
me enfermaba construir arboles
odiaba el cine del nuevo siglo
y vendía marcianos en el Sol
a un sol (moneda peruana)
comía a deshoras y escribía
novelas drásticas en las tardes
era mas de lo que podía pedir
los intestinos de Sartre, y de Camus y de Víctor Hugo
un sin fin eructos y flatulencias
en las entrevistas de niños bien
me cagaba en la sociedad cada 2 de febrero
luego ansiaba limpiar la basura con la lengua