cristina c

DE MI CORAZÓN AL TUYO (reflexión)

 

 

Óyeme  quiero que tú sepas que no estás solo...Mira el cielo en la madrugada cuando despierta el sol con los rayos saludando tu ventana al amanecer. 

¿Acaso no percibes el calor que acaricia tu almohada?  ¿Ves? No estás solo, busca en la penumbra esa chispa de luz, que encenderá tu corazón, que alentará tu alma.

Permite que la soledad y la tristeza sean tu amigas de verdad y no les tengas miedo, invítalas, déjalas pasar... te enseñarán lo que tienes ahí muy dentro, escondido en los rincones oscuros de tu alma,  en los huecos de tu castigado corazón.  El lamento que tenías atrapado entre espinas

saldrá como un ruido desgarrador cuando descubras que tu eres el que decide tu destino. 

Llora, no te detengas, llora sin temor, las lágrimas sinceras son las que te limpian, más que las palabras, más que la razón, porque los gemidos escondidos aquí no sirven, grita, desahoga ese dolor y no permitas que el orgullo te detenga. Llora, mira que las lágrimas  estancadas se pudren acumulada en un rincón. 

 

Corre, corre por tu vida, piensa y medita que abriste tus ojos esta mañana, que viste la luz del día, 

qué hay más de un motivo para dar gracias: Ver, escuchar, tocar, respirar, sentir, soñar...

si lo piensas detenidamente, muy despacio lo meditas...no es  mérito del ser humano en crear una salida. ¡Oh corazón atribulado! sólo abre la puerta de tu corazón...

 

Sólo abre la puerta...te lo ruego por favor.