La visibilidad de las personas,
No son para todos iguales;
A veces nos sentimos inexistentes.
Como no serlo,
Ante tu presencia,
Hermosa dama de cabellera obscura.
Me escondo de ti;
Temo por dañarte,
Me veo como un monstruo.
Una persona fría,
Sin sentimiento alguno,
Sin saber amar.
Tú forma de hablar,
Es tan suave y armoniosa,
Que plasma su sentimiento.
Mis manos toscas,
Podrían lesionar,
Tu piel hermosa.
Tu mirada que refleja,
Todo lo que puedes dar;
Hablan todo de ti.
Mi voz perdida
Y temblorosa,
Le gana el silencio.
Yo sin saber amar;
Llegaste a postrarte
Dentro de mí.
En un corazón de piedra;
Por primera vez,
Dio reflejo de existencia.
Hasta tu llegada.