Rodrigo A. Alvarenga

Harto de fantasías

Efímero momento eterno,

deleite suculento,

observar tus ojitos;

caoba perfecto.

Enamorarme de tu sonrisa,

darle vida a mis días,

buscando como un perro

el placer de tu compañía.

Añorando

saborear tus besos

a plena luz del día,

y así,

terminar con la agonía

de haberlos probado

a escondidas;

recordando lo dulce

que puede ser la vida.