3 de septiembre, a la misma hora de siempre.
Me siento a escribir, motivos tengo suficientes
Nada cambia, ayer viví lo que hoy ví del día siguiente
Con el papel tengo una cita, una visita al inconsciente
Unos ojos me miran, desconozco quién será
Son testigos de mi ira, mi tristeza y ansiedad
Y la verdad me asusta que pasa si no le gusta
Esta cruza entre lo que escondo y quiero demostrar
Estoy incómodo en esta comodidad
Miserable soledad que se adueña del silencio
Vivo necio gritandole a la agenda que comprenda
Que estoy condenado a la sentencia que sentencio
Me canso de presentir y siempre sentir lo mismo
De no ser aquel tipo de estereotipo aceptado
Con amor presupuestado y principios empañados
Acostumbrado a cazar y olvidar los motivos
Tengo mas deudas pendientes que pagos
Mas enemigos internos que al lado
Una sociedad que debate la existencia de Dios
E ignora su presencia y capacidad de acción
Cierro la sesión de exhibición sin nada resuelto
Me da gracia perder tiempo para luego sentir miedo
Viendo hacia donde avanza, abrazado al desierto
El contador se reiniciará, pero amanecerá este evento