Cada suspiro que al cielo elevé
como un poema para ti...
fue del amor que en mi
sin saberlo provocaste.
Y es que me diste...
tanto, que no basta agradecer
a la vida, quiero darte
todo de mi, aún sin saber
hasta donde llegaré.
Haz rotó mis barreras.
Amo tu existencia.
Tan solo saber que respiras
me llena y me hace sentir plena.
Porque sé que eres tú...
cada célula en mi cuerpo lo siente.
Tú tienes la llave que abrirá éste baúl
que solo guardaba para ti sus tesoros inexplorables.
Pues, para tus caricias, nací...
y quiero que hasta mi ultimo aliento sea así.
Ser tuya...
Y así, en medio del bullicio...
ser esa calma el uno para el otro,
ser refugio ante el suplicio
del mundo que amenaza con que el amar
se vuelva algo extinto.
Ser yo, tu vino tinto,
y tú, la copa donde reposen
mis anhelos embriagadores
por hacerte cada día el amor de un modo distinto.
Yo seré tu mujer, tu amante fiel...
condúceme y adéntrame
a las sendas del placer de tu piel.
Contigo quiero aprender
y pecar como con mas nadie lo haré.
Solo atrévete...
y no temas más.
Sé que es difícil confiar,
pero, mírame...
y que no miento, tú lo verás.
De: Diana Janeth Reyes Diáz.
( Diana Reydz )
Publicado con correcciones el 22 /10/19
1:42 am
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