Hoy, retiro mis huellas de tu camino
Con el alma fragmentada
Hoy, la última esperanza ha fenecido.
¡Mis horas y días se han roto y mis instantes yacen muertos!
¡La noche más larga aún no empieza y la atrocidad de la agonía aún no
Rebosa!
¡He de beber este cáliz para probarte, para probarme!
¡Duele el alma, duelen las entrañas!
¡Esperanza estéril, esperanza rota!
No pintaré mis labios rojo carmesí como te prometí
Ni me pondré la blusa ajustada
Ceñiré a mi cuerpo blanca túnica y mis pies quedarán descalzos
He lavado mi rostro para que, directo al piso, enjugue las lágrimas.
Ya, sobre la arena, la madre tierra transformará mí llanto.
* Imagen tomada de: Toda mujer es bella.
Luz Marina Méndez C/06032019/Derechos de autor reservados.