Hay una parte de mi
que no es mia.
Que se ha ido,
siguiendo tus pasos.
Para esconderse
dónde tú te escondes
y desprenderse de todo
bajo tu sombra y abrazo.
Hay una mitad del cielo
perdida en tus noches.
Tejiendo de espuma,
besos ya olvidados.
Para habitar tu nido
de lunas dormidas,
donde huyen los días
detrás del ocaso.