La razón exige a la realidad ser precisa,
pero nada nos asegura que ese consuelo de forma
no sea una ilusión del caos exterior e interior,
anterior y postrero.
Soy y no soy,
Somos fantasmas hechos de soledad.
Soy un fantasma hecho de soledad.
El orden causal de una gallina o un huevo,
No corresponde a una impresión del espíritu.
De esta calma
Calma engendrada
en el lenguaje, la historia, los símbolos
(muros imaginarios)
nos convertimos en los fantasmas
que asechan nuestros sueños y las sombras.