Nunca podré comprender
La injusticia de esa gente,
Esa voz que tanto miente
Y nos hace padecer;
Hablan y hablan sin saber,
Porque es gente inconsciente,
Con ese afán inclemente
De dañar por vil placer;
Es su afán abrir heridas
Para sanar el vacío
De la niebla de sus vidas;
Si te tocó, amigo mío,
Esa palabra homicida:
Echa su hiel al olvido…