Perderme en el silencio de un verso.
Diluirme en una noche de verano; en la hora del ocaso, la hora muda del silencio.
Ser el eco de tu voz que se pierde en medio lo eterno.
Suave acorde de guitarra en un espacio mágico.
Dulce perfume que se expande a través de tu vivir intenso.
Fresco rocío que besa la solitaria rosa en un paraje desconocido.
Sagrada inspiración que acaricia tu divina alma, rozándola con sus labios de grana.
Vida y muerte; pasión y ternura; agonía y renacer expresados en lágrimas de un sentir etéreo.
Piérdome en los meandros de mi intimidad, mi misterio; en ese lugar donde soy, amo, siento sin tapujos, sin censuras, sin condenas.
Espero y confío, viviendo cada momento, cada instante de este efímero existir, sabiendo que un día llegará en el cual mi recuerdo se perderá para siempre, para siempre, in aeternum