Norma Cabello

DIVINA SOLEDAD

¡Cómo te extraño!  y cuánto  te disfruto; ¡hace años que no platicámos!

Hecho de menos esas largas charlas que teníamos. Esas en las que ambas nos reíamos de mi.

 

Ven acércate y toma mi mano; quiero ver esos lindos y serenos ojos, siempre fieles y venerándome en mis andáres.  Cómo añorando el  rozar de mi piel.

 

No tardes en venir, no me abandones en las alas del olvido;  que el tiempo apremia  y nos atrapa.

 

Hazme tuya nuevamente, y huyamos juntas a la eternidad.,

 

Norma  Cabello,

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