Quiero volver sobre mis pasos
y así retornar,
a mi reino de inocencia feliz;
donde la bruma se oculta tras el sol,
y en el valle de lágrimas
florece una canción.
Feliz momento donde el mar
susurra un cántico de paz,
y el bosque vibra al recibir
el tibio beso del sol.
El sinsonte cantará con gracia
y el silbo confesará a las encinas
su pasión.
Y mil duendes bailarán
y el rosal será un primor,
y el arroyuelo ensayará
sus armonías de amor.
Oh, la vida de los sueños puros
que en los niños encuentra
dulce expresión...
Volver a caminar sin temor,
volver a sonreirle al sol,
y contemplar las cosas
con fascinación...
Cómo quisiera retornar
al punto de partida y ver
que todo permanece igual.
Y que la vida vale la pena
vivirla en plenitud de fe,
y de esperanza...y de amor.
R. Gruger / 12-11-2000