Hoy me siento lleno de mucha fuerza.
Este será un muy prodigioso día
con ánimo de escribir poesía,
que ame profundamente la belleza.
Quiero que mi entrega sea completa
a la delicadeza de la vida,
a la contemplación meditativa,
a la bella alegría del poeta.
Mientras disfruto una copa de vino,
leo un buen libro de filosofía
donde encuentro mi siguiente destino.
Después, juego Ajedrez con un amigo.
Todo lo que nace en el alma mía
se hace eterno esta tarde de Domingo.