EN TODO LUGAR ESTÁS TÚ
Celebro con alegría seguir viviendo.
Quisiera poder dejar a un lado
todos los malos momentos
que he vivido.
Desearía que este renacer de mi alma,
permanezca por un infinito tiempo.
Basta ya de sufrir, de amargar, de llorar.
Aunque todo esto me sucediese,
una vez más, extender mi brazo,
y hacer desaparecer los malos momentos.
Tratar de tener la fortaleza
de sentirme fuerte, aunque sienta
sobre mi cuerpo una muy pesada carga.
Esa carga que durante mucho tiempo,
soporté, con dolor, con llantos.
Hoy, he de imponer mi imaginación.,
que estás a mi lado, aunque así no sea.
El destino ha querido que tú estés donde estás.
El mío es estar aquí, donde estoy.
Acontecimientos fatídicos, que trato
de no tener en cuenta,
aunque me destruya el alma...
Mi corazón se siente débil, no enfermo.
Mis sentimientos son así.
Como no quisiera que sean.
Por esto a veces me siento feliz.
Y nunca dejo de pensar...
que pertenezco a este mundo.
Pero debo aceptar la realidad.
La que fuere. La que tengo. La que existe.
Soy como soy.
No reniego de mis sentimientos.
Ellos viven en mi piel, en mi ser.
Mi madre me ha parido así.
Ella era feliz cuando yo le contaba
de mis sueños, de mi sentir.
Ella se sentía orgullosa.
Como toda madre, me amaba.
Todas las madres aman a sus hijos.
Así debe ser.
Como todo buen hijo debe amar a su madre.
Y, lógicamente, a su padre.
Porque ellos, a través de su gran amor,
me han hecho habitar este mundo.
Doy gracias a Dios y a ellos de existir.
En todo lugar estás tú.
Eres la fuente de mi inspiración.
Eres... el gran motivo
de desear seguir viviendo.
Te tengo últimamente
en mi pensamiento constantemente.
Es una forma de aliviar
mis sinsabores y penas diarias.
He soñado contigo varias veces.
Y ante tu dolor, por todo mi ser
él en mí presente estaba.
La vida tiene sus trabas.
Ella nos presenta momentos de angustia.
Y esa angustia,
nosotros somos parte que exista.
Hay mucha maldad en este mundo.
Como también existen seres
que desean el bien.
Me considero uno de esos seres.
Me cuesta a veces aceptar.
Pero pienso en tu imagen,
y me convierto en un hombre
con profundidad de buenos sentimientos.
Éstos están plasmados.
Tú me ayudas a sentir así.
Pienso cuánta importancia tiene
solidarizarse con los demás.
Pero que esa solidaridad sea recíproca.
No me agrada ser utilizado
por interés propio,
y después ser abandonado.
Deseo que tú, que todo lo sabes,
también sepas a través de mi sentir,
que en mi existencia,
en todo lugar estás tú.
Autor: Hugo Emilio Ocanto
9-9-2019