Lu-na

Diciembre

Ojalá que comience diciembre, que el perfume de noche buena llegue a mi como el fresco rocío de las mañanas frías que tanto nos encantaba compartir, recostadas en la cama, abrazadas antes y después de dormir. Ojalá que llegue diciembre, y que mi recuerdo baile sobre tu ventana empañada por la calidez de tu habitación, la que compartes con alguien que no soy yo, esta ahí en esa habitación, yo solo deseo que por un segundo me tengas presente. Ojalá que lleguen nuestros sueños, que te alcance mi perfume, que ahí, en una parte de tu inconsciente mi precesía se haga consciente. 

Elegimos diciembre como aniversario, como símbolo de que no había frío, distancia, ni olvido que pudiera con nuestro amor, pero mírame aquí, ahora, deseando en soledad que siempre sea diciembre, pero cuando lo es, el frío si me alcanza, la distancia si duele, el olvido es mortal. Elegí diciembre como tributo a lo que fuimos, lo que pudimos ser, pero entre deseo y realidad perdí la noción del tiempo, perdí la brújula, el mapa a casa, el reloj que marcaba las estaciones, perdí la calidez de primavera, y el fresco aire del otoño, nos perí, nos perdí en el invierno de nuestro adión.