QUE NO CALLE LA VIDA
Amor de los rencores,
que vive entre las prisas.
La simbólica ausencia
de frenéticas risas.
Atrevidas nostalgias
reiteradas y vivas.
Estrambóticas voces
pérfidas y cautivas.
Geométricas miradas
de tenebrosas líneas.
Junto al árbol sentado
al albur de las horas,
se fusiona el poeta
con la mullida tierra.
Mientras, bailan las hojas
con gráciles cabriolas,
fructífera cabeza.
En la página en blanco
donde la idea camina,
se modelan los trazos
de una sincera vida.
Que no callen los grillos
su chirriante estribillo,
que como niños chillan
avisando el peligro.
Que no calle la madre
en su propia defensa
y no silencie el viento
la voz que vive y piensa.
Que no callen los gritos
de la trágica hambruna,
no enmudezca la Tierra
defendiendo la vida.
Que las olas que lamen
delicadas orillas,
no rompan los recuerdos
de emociones vividas.
En la cuna los gritos,
febril la criatura.
Lisonjeras palabras
que acarician y miman.
Y flotando en el aire,
como gotas de niebla,
melodiosas canciones
que arrebaten y sientan.
Que no calle quien piensa,
que quien ame no sufra.
Que se apaguen las notas
de la terca avaricia.
Que lo árboles lloren
denunciando su herida.
Que la hembra sea hombre
y sea niño la niña.
Que no canten los necios
sus vacías letanías
y sea el odio un recuerdo
de pasadas diatribas.
Como queda la aurora
si persiste la sombra
y el dolor no termina.
Como serán los sueños
cuando la Tierra gima
en su liza vencida.
Como quedan las manos
que la verdad opriman
y ahogando las arterias,
se desangre la vida.
Como queda quien ama
sumido en la miseria.
No silencien las quejas
contra el necio que medra.
Que el amor no se calle
si sus voces se quiebran.
Que la mano tendida
un compromiso sea
y las promesas valgan
no sean vanas quimeras.
Que las lágrimas sepan
a esencias verdaderas
y que sean sinceras
las pasiones terrenas.
Que no calle el poeta
bajo el árbol del tiempo.
Que las hojas flotantes
que desgranan su ciencia,
aviven como brasas
las dormidas conciencias.
A.L.
http://alupego.blogspot.es
09/09/2019