Mi cama sola rebota,
como si fuera pelota.
No sé qué, ahora le pasa;
en verdad parece masa,
tal vez igual una grasa.
Esta vez, se sobrepasa.
¿Porqué catre…? te reprocho,
con el reproche en los ocho...
Pellizcarte tu barbota,
y poder tirarte en brasa,
anhelo catre morocho;
¡pero lo anhelo!, ¡lo anhelo!
así con el mucho celo,
con mucha grana en el ojo,
¡Ah!, camastro... y muy muy rojo.
No suavizará mi enojo,
ni mi brazo será flojo,
para que en los cachureos
te me quedes con los feos,
y allí con ellos en suelo,
ya no tengas ese antojo,
dejes esos cabeceos.
Christian Jovani
(Derechos reservados del autor).