¡DE JINETES Y SUS YEGUAS...!
Cuando la potranca es tuya
no necesita de riendas
sólo basta que la atiendas
para que de ti nunca huya.
No le des razón que intuya
que su jinete no es fiel,
pues aunque ella sea miel
si no la tratas bonito,
te llevará despacito
o al galope hacia una riel.
Samantha Sanz- Mexico
Setiembre de 2019