¡Oídlo! Mi cuerpo lo reza, lo pide, lo canta…Oíd el himno del amor
Tengo sed del cuchillo filoso que implica el amor.
Tengo sed del cuchillo que narcotiza,
que embriaga,
que es herejía,
que es gozo,
que es gemido,
que es alegría,
que es fruto de la creación y da valor.
Oídlo! Quiero tanto al niño como a vos…
Oíd mi risa hecha sangre
Alegre canción en la libertad de nuestro amor
Oíd el brotar de mis yemas
Oíd el cascar de las nueces
Oíd su sabroso ritmo
Oíd!
Oíd sin más!
¡Oíd la existencia inundando nuestro corazón!