Al contemplar esa luz
Que se esconde en mis adentros,
Un tesoro he descubierto,
Y ese tesoro eres tú;
En tan inmensa quietud,
De ese lugar tan sereno,
He pisado un gran cielo
Nada ruin, menos común;
Y es el cielo más tranquilo,
Más sublime y celestial,
El sendero más divino,
Que cual estrella fugaz
Aparece cual suspiro
Y de repente se va…