Suelo estar sola de forma continua, preguntándome si la soledad es mi deseo, no tengo sentimiento alguno más que la tristeza que delata mi alma frágil, estoy atada a mi cuerpo, tengo una voz que no suena, mi tacto no se percibe, mis ideas parecen robadas del viento sigiloso, estoy tan condenada a sentir dolor.
¡Dios como quisiera…!
Dejar de ser, que algún alma entendiera la mía, no ser amada por objeto si no por esencia.