ORGANIZACIÓN DEL MAL
Fría, metódicamente, sin amenazas equivalentes, sumó las bombas de Hiroshima y Nagasaki, a una nación que ya atacaba masivamente, lanzándolas sobre poblaciones civiles.
¿Cuál ha sido el castigo a EEUU por tamaña atrocidad?
Ninguno.
Los cientos de miles que se evaporaron no sintieron el trance, los millones de lastimados no imaginaban la vida atroz que les esperaba, y la gente solidaria, que ayudó en esos días en la zona radiada, no sabía las consecuencias que ello le acarrearía.
Huellas de caminantes,
seres anónimos
sombras tenues,
impresas en la superficie;
marcas que reviven el horror.
EEUU continúa con tal barbarie, sin compasión, planificadamente.