Entre placenteros sueños,
entre cuitas...
Brillan las luces
que ofrece la mañana.
Palabras de madres,
obsequios de padres,
duermen las muñecas,
los peluches sonríen...
las patinatas navideñas...
los paseos en bicicleta...
Oh! Niñez, placidos años,
envueltos de danzas y añoranzas.
Oh! Hermanos,
cómplices del bullicio,
del grito y la risa sonora
de los niños bulliciosos
y felices.
Oh! Lindos años,
vienen, se pasean tiernamente. y se van,
entre las vividas aventuras...
de largos paseos,
por veredas solitarias.
Un cementerio de sombras,
un bello aguinaldo y
una muda palabra.
Oh! mi niñez,
mi poesía, mi alegría,
mi añoranza,
mi mundo hecho trizas.
Mi anhelante deseo de vivir
mis mudas palabras ...
han callado...
El tiempo no se detiene:
continúa y un buen día,
las canas se encuentran
con los recuerdos vividos
y las manos llenas de algarabía.
Y una mirada al tiempo
nos roba una sonrisa,
que se olvidó en el tiempo,
más no en el viento.