Dejo que las horas pasen
Como quien hace millas alejándose del punto cero,
Como si el escorpión no se convirtiese en nubes,
Como evitando pronunciar tu nombre al cerrar los ojos.
Dejo que los sonidos permanezcan
En la esquina del barranco donde nos abrazamos,
En el sístole de tu melodía acelerada,
En las palabras que voy pintándote para alejar la ausencia.
Si alcanzara con decir “Te extraño”
Para abarcar todo el dolor
Y liberarlo en suelta de palomas.
La falta que me haces también
Es una pluma de mis alas.