POEMA PRESTADO
Las lágrimas en el desconsuelo,
son las gotas que brotan del alma.
Son una caridad en el duelo
de un corazón que no tiene calma
aquí en la tierra, y allí en el cielo.
Son los suaves arroyos que afloran
en el manantial de la tristeza.
Ojos que brillan, ojos que imploran,
riegan, el disfraz de fortaleza
de las puras sonrisas que lloran.
Son las gotas que enseñan verdades
en imágenes de la elocuencia.
Son nieblas, sobre las claridades
en signos mudos de penitencia
con mensajes de penalidades.
Son las bondades que nos abrazan
en recuerdos que no se disipan.
Ellos se quedan, ellos no pasan.
Suavidades que nos participan
en recuerdos que no se disfrazan.
Brillos, a los que el amor se aferra
con sinos de seguir recordando.
Una fuerza que abraza, que cierra,
a ese amor que seguirá vibrando
allí en el cielo, y aquí en la tierra.
¿Qué diré de este gran personaje?
me presta y me lo vuelve a quitar
¡A cada hora recitó mensaje!
¡a ver si pueden adivinar!