Caminando por la playa,
retrocede cuando avanza,
un extraño cascarón.
Tiene patas cavadoras
y si el peligro amenaza,
desaparece del sol.
En la naturaleza humana,
algunas copian su rol,
y se sienten muy a gusto
caminando a la deriva,
escapando sin honor.
No sé caminar de espaldas,
porque cangrejo no soy,
Algunos lo hacen de gratis,
y otros ni siquiera saben
si son cangrejos o no.
Da la vida alternativas
de ser o no ser, con honor.
Ser cangrejo no es indigno;
ser indigno es peor.
Frank Calle (13/septiembre/2019)