Elisa es

A veces, nunca, siempre.

A veces, te tropiezas con rocas muy grandes, que te hacen llorar.

A veces es maleza dificil de desenredar. 

Otras veces se dispersan las nubes y el cielo es claro, sutil. 

Nunca es siempre igual, el cendero por el que transitamos. 

Tiene grietas, a veces, extrañas personas con enormes dientes puntiagudos se encuentran esperándote a mitad del camino, a veces te conviertes en esas personas, también. 

A veces cuando el mar se encuentra quieto y sereno, es el silencio el que rompe la calma. 

A veces los días se tiñen de colores, justo después de la gran tormenta. 

Nunca es, como esperas que sea, pero -siempre- aprendes, aunque te duela.