Vi mis pasos secarse en la greda
Disipando colores en cada huella, sus tonos en gris, olvidando el camino
Vi la vida transcurrir sin sonidos, deteniendo el tiovivo. Distante el horizonte
Sin niños, sin aventuras, sin vientos ni mares
Vi mis pasos secarse en la arena
Agonizando la luz, un sol desteñido, sin calidez, sin hoguera
Vi la vida transcurrir sin dejar rastro, el arado a la orilla, deteniendo la siembra
Sin cruz ni madera, sin colores, sin nubes ni espera
He pasado los años, sin detenerme en la andanza
El baúl entre abierto para guardar las quimeras
Mientras el tiempo transcurre, se blanquea la cabellera
Mi tejado se agrieta, se amotina el anuario
Vi mi verbo renovarse en sus letras
Acumular las vivencias del campo y la tierra
Mi pensamiento elevarse y alcanzar las estrellas
Construyendo alfabetos, descubriendo la esfera
Hoy he visto mis años posado a la vera
He oteado el horizonte añorando inocencia
He buscado el columpio, el balón, las canicas
Encontrando mis canas, sin carrusel, sin rayuela