VICTOR SANTA ROSA

A ELLA.

A ELLA.

 

A ella: que un día,

llegó a  mi vida,

llenándola de alegría,

más nunca fue mía.

 

A ella:

Que me fue anhelo,

Paraíso y cielo

y a veces averno.

 

Dulce averno,

que me fue suspiro,

caricia y castigo,

en este amor eterno.

 

A ella:

Que fue trago amargo

sentencia y condenación,

pero también redención,

en indolente calvario.

 

A ella:

Que una lágrima me dejó

para vivirla o llorarla,

para recordar u olvidarla,

amando lo que el viento se llevó.

 

Si a ella:

Que fue cielo y estrella,

tormenta y calma;

Ahora no es nada,

pero tiene mi alma.

 

A ella:

Que su amor me dejó,

cual espina encarnada

y como noche callada,

sin sentirlo se marchó.

 

A ella:

Que fue mi ayer,

mi hoy sin mañana,

mi noche sin amanecer

… Mi ansia cotidiana.

 

A ella que no olvido,

ni podré olvidar,

porque todo lo existido,

suele en el alma quedar.

 

Autor: Víctor A. Arana.

(VÍCTOR SANTA ROSA)

Septiembre 13 del 2019.