Tranquilo espero el día, Sea lo que Dios quiera La ilusión es mi melodía Pero vivo, triste mi fisura… En la vida real, aun no duermo Y ya han pasado tres años Que se cerró, mi duro duelo Entre el trabajo y mis descansos… Ahora siempre estoy en reposo Descubriendo la dulzura de la vida Sensaciones llenas del sentir glorioso, Porque el tiempo en mí, es calidad… Sin prisas ni arrebatos, de estrés Eso duerme en el desván del ayer Siempre cansado, como un ciempiés Sin dormir en mi natural vejez… Pero ahora me estoy desquitando Y las prisas viven lejos de mí caminar Hacia los días que dure mi tormento Enfermedades que se adosan a mi pajar… Azotea de la cubierta del cielo terrenal Que anota con pausa, los días que se van Y así poco apoco se acorta mi mal, Con el vuelo, hacia la divina eternidad. ¡Busca mi ser el descanso terrenal y no es por depresión, es por qué es el declive de la vitalidad! Modesto Ruiz Martínez / viernes, 16 de julio de 2010