emiliodom

PIENSO

    En ciertos momentos, he pensado que detrás de cada noche, suele esconderse alguna que otra amenaza, sobre todo si dejamos abierta la puerta o la ventana. Recuerdo con agrado su inconfundible aroma al  llegar la mañana, y esas manos de amante perfecta en justa unión del brillo de sus ojos... Hace frío sin su presencia, mi alma, está compungida por haberla estrujado sin apenas piedad. Siento temor, al contemplar los reflejos procedentes de las farolas de mi calle, ellas han decidido crucificar la penumbra de la noche, sin ningún tipo de remilgo.