Que bonita estaba la noche con luna
llena, y esperándola yo, lleno de amor
porque es toda mi pasión, llegó la
media noche, nunca lo hizo que pena
me causó, y por hombre no lloré, hasta lo que tenía preparado para
el otro día lo guarde, como es de costumbre me desperté muy de
mañana y alegre, lo que tenía en la
nevera lo calente, me fuí al trabajo
felíz, porque ella desde ese día no
va a estar, ni estará más en mi
corazón o en mi alcoba, hoy como
me llamas y reniegas, porque cambié
de parecer y las llaves de la habitación,
donde fuimos felices los dos, solo
yo le digo a usted, para mi murió por
su desamor que siempre me dio.