Mira como baila tu silencio
y la rutina sigue y sigue y no
logras parar.
Tu soledad te abraza, pero
tu mente no descansa; te miras
al espejo y tu reflejo grita por ti,
esos ojos cansados y esa mente
deshecha que navega indiscreta
en el profundo mar azul dìa y
noche.
Ahora, mìrate y mìrame;
no solìas ser esto, pero
ahora caes en el conformismo
y besas aquellos labios que
no son tuyos.